De mayor ¿qué quieres ser?

      Esta sencilla -y en apariencia ingenua- pregunta que los adultos hacen, en especial, a los hijos de amigos y conocidos, no persigue obtener una respuesta adecuada a la trascendencia y complejidad que en sí misma encierra.

      Los niños, si son de corta edad, responderán, aún hoy,  dependiendo de su sexo, con una profesión que la sociedad ensalza  en cada momento por muy diversas razones: unos quieren ser policías, bomberos, futbolistas o médicos, otras serían enfermeras, azafatas o modelos.

      El que así interroga pretende, en el mejor de los casos, caer simpático al menor (y a sus progenitores), en el peor, la cuestión es sibilina o malintencionada, aquí lo que se busca, por ejemplo, es que el hijo de un maleante (estafador, constructor, especulador o corrupto) responda adscribiéndose a una profesión honesta y humilde: bombero o policía. Por supuesto, cuando se le formula a un adolescente es cuando  tiene la segunda intención.

      En otras ocasiones, más que una pregunta es una afirmación o mejor, una reafirmación que los adultos dirigimos hacia nosotros mismos. No es raro escuchar de alguien ya talludito decir: yo de mayor quiero ser tal cosa o tal otra. En este caso, medio en serio medio en broma, aludimos a nuestra propia frustración por ser algo que no nos colma y que cambiaríamos gustosos por otra profesión mejor retribuida o más encumbrada socialmente.

      Mi caso no es diferente al de los demás, así que me hago la pregunta que encabeza este escrito y me respondo:

      Yo, de mayor, quiero ser coach, concretamente trabajar en esto: «Coaching – Inteligencia Emocional».

      ¡No  asombraros¡ tal profesión existe, como puede verse en la tarjeta insertada en este escrito. No entrenador, ni profesor, si no coach, dicho así, en inglés, que da mucha más categoría. No de fútbol,  ni  de parchís, si no,  en inteligencia emocional nada menos, pero ¿en qué consiste exactamente este trabajo? . Por ahora no lo sabemos. Y qué titulación posee, tan poco lo sabemos, ni él lo dice, o mejor, si lo hace es un coach, pese a que esta profesión no aparece en el Catálogo nacional de ocupaciones y por tanto desconocemos si esta nueva categoría profesional es equiparable a un doctorado, a una licenciatura o simplemente ha realizado un cursillo de CCC.

      Lo que si sabemos es lo que ofrece y tiene miga:

       «Podemos empezar por metas como madrugar, y culminar doblando tu facturación hasta la cifra que nos habíamos marcado»…

Coach